sábado, 24 de abril de 2010

Letras de cambio
Luis Mesalles
Economista

Pareciera que lo peor de la crisis mundial ya pasó. Luego de ver caer la producción mundial en poco más de 5% el año pasado, se espera que este año crezca cerca de 4%, el nivel de antes de la crisis. Curiosamente, los países emergentes (los menos desarrollados) se han recuperado más rápido que los industrializados. A los últimos les ha costado más y presentan retos importantes.
La recuperación se ha descrito como una con forma de “V”. Una caída vertiginosa, seguido de una recuperación rápida. Para que se diera esto, los Gobiernos han tenido que inyectar grandes cantidades de dinero a la economía. Ya sea a través de estímulos fiscales (reducción de impuestos), transferencias (ayudas y subsidios) o préstamos al sistema financiero. Los Gobiernos se han endeudado fuertemente, con el fin de amortiguar la caída y acelerar la recuperación. Paradójicamente, la crisis fue causada por un exceso de endeudamiento, y ahora se ha salido del hueco con la misma receta. El problema es que el exceso de deuda ha pasado de manos, pero no ha desaparecido. El gran reto que queda es cómo salir de este embrollo. Eventualmente tendrá que haber más ahorro, ya sea por medio de más impuestos, eliminación de subsidios y ayudas, o tasas de interés más altas. Y, cuando eso se dé, el crecimiento se frenará. Hay gente hablando, incluso, de una recaída. Esto lo han descrito como el fenómeno “W” o la “doble caída”. Aunque ahora hay menos gente hablando de esta posibilidad , aún no se puede descartar.
La historia para los países emergentes es un poco diferente. Igual han tenido recuperación en forma de “V”, pero la caída fue menor. Los estímulos que dieron los Gobiernos en estos países no fueron tan grandes, ya que no eran tan necesarios. El principal problema que se enfrentan muchos de ellos viene por el lado de la apreciación de sus monedas. Una vez que los inversionistas sintieron que lo peor de la crisis había pasado, y al darse cuenta de que en los países industrializados les estaban pagando intereses muy bajos, decidieron llevar sus capitales hacia los países emergentes. Costa Rica está experimentando este fenómeno, y de ahí que el colón esté ganando valor.
¿Qué han hecho estos países con una situación similar a la nuestra? Algunos han dejado que el tipo de cambio siga cayendo. Otros han hecho un esfuerzo por balancear sus finanzas públicas. En algunos otros casos, los bancos centrales han decidido frenar la entrada de capitales mediante controles. Y en otros, lo que han hecho es intervenir el tipo de cambio, con el fin de detener la apreciación. En nuestro caso, de momento se ha optado por no hacer nada: que siga cayendo el tipo de cambio, al menos hasta que llegue al piso de la banda. ¿Cambiará de estrategia el nuevo presidente del Banco Central? Habrá que esperar para saber.

Artículo publicado en el periódico la Nación, el día 17/04/2010.

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