jueves, 10 de junio de 2010

Letras de cambio
Luis Mesalles
Economista

Luego de un duro proceso de negociación, finalmente se firmó el Acuerdo de Asociación de Centroamérica con Europa. Hay que felicitar al equipo negociador por concluir el proceso en un tiempo récord. Se sabía desde un principio que no sería fácil. Otras regiones empezaron procesos similares desde hace mucho tiempo, y aún a hoy no los han terminado. Encima, poner de acuerdo a los países centroamericanos siempre ha sido un reto bastante difícil, y más en temas tan diversos. Y es que este acuerdo trae consigo no solo lo comercial, sino también tiene un componente de cooperación y otro político. Ayudó mucho el hecho de que Europa tiene interés especial en Centroamérica, tanto desde el punto de vista político como económico. Estar físicamente cerca de EE. UU., y además ya tener un TLC con ellos, nos da una ventaja como región. Si a esto le sumamos que nuestro país acaba de firmar un TLC con China, nos hace aún más atractivos como puente entre los principales polos de crecimiento económico mundial.
Hay que tener claro que este acuerdo no es un TLC. La noticia de portada en este periódico es que el 90 % de productos entraran sin arancel a Europa. El restante 10% del número de productos puede representar un porcentaje mucho más alto del posible comercio. Europa siempre ha sido muy protectora de sus productores agrícolas. Tienen la riqueza para pagar más cara su comida, con tal de seguir viendo a los campesinos en el campo. Si bien cedieron en algo de su protección en este acuerdo, siempre quedaron muchos productos fuera del libre comercio. Y aparte están los productos que los ticos importamos. De eso no se habla mucho, a excepción de la leche y sus derivados, que aún quedaron con un grado de protección muy alto.
El momento para firmar este acuerdo no suena como el mejor. Europa está pasando por una grave crisis. Los problemas de Grecia amenazan con afectar a los demás países del Viejo Continente. El costo del rescate pesará fuerte sobre todas la economías. Esto obligará a apretarse duro la faja a todos los europeos. El crecimiento potencial de sus economías es ahora mucho menor. Encima, el euro como moneda está en entredicho. Algunos dicen que esta crisis se lo puede traer abajo, mientras que otros hablan de la posibilidad de que se siga devaluando hasta llegar a 1 a 1 frente al dólar. Todo esto significa un bajo nivel de intercambio comercial de nuestro país con Europa.
Pero estos acuerdos se firman pensando en el largo plazo, no en la coyuntura del corto plazo. Aunque no sea un TLC, la tendencia va en la dirección del libre comercio. El país le sigue apostando a la inserción a la economía mundial como apuesta al crecimiento económico, y eso es positivo.

Artículo publicado en el periódico La Nación, el día 22/05/2010.

1 comentario:

  1. Estoy de acuerdo en los puntos de que nuestro país está apostando al necesario crecimiento económico con una amplia apertura comercial, pero desde mi punto de vista estas últimas negociaciones tanto con China y Europa no son tan saludables y positivas para la economía costarricense.

    Como es de conocimiento general, aparte de ser tomadores de precios y estar muy rezagados en cuanto al desarrollo económico, social, político entre otros. El sector industrial y productivo no cuenta con las suficientes herramientas y condiciones para competir con los sistemas altamente desarrollados que si tienen los países recientemente socios.

    Por ejemplo, si se analiza el tema laboral de China, se sabe que su mano de obra se califica por ser barata, situación que nos pone en desventaja, pues ante una calidad de trabajo igual o mejor que la costarricense, y relativamente más barata y menos exigente, lógicamente las empresas van a preferir contratar a la mano de obra extranjera, hecho que realmente nos retrocedería años en el sector laboral.

    Por otra parte, para el caso de Europa como lo menciona el señor Mesalles, los países de este continente si están altamente protegidos y subsidiados por sus gobernantes. Condición o beneficio que en Costa Rica se ha demostrado los agricultores no poseen, y por el contrario es muy común que el gobierno aplique su estrategia de prometer y cumplir a medias e inclusive olvidar que prometió algo. Pero en fin, esperemos que el costo de oportunidad de tener como socios a estas potencias económicas no sea muy alto, para que los beneficios buscados se efectivicen.

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